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lunes, mayo 9

Central nuclear de Fukushima. Presente y futuro de la energía eléctrica (II). 09/05/2011

A lo largo del siglo XX, los avances científicos y técnicos aplicados a campos como la medicina y la generación de abundante energía a un precio relativamente barato, han propiciado que el bienestar de las sociedades haya aumentado y que la población y esperanza de vida hayan crecido.

Quiero centrarme únicamente en la energía, ya que sin ella no habría habido un crecimiento industrial como el que ha habido hasta la fecha y, por ende, no se hubiese generado la riqueza y crecimiento que los países desarrollados experimentaron en el pasado siglo. El punto más importante es que mantener el nivel actual de bienestar (asumiendo un aumento de la población actual) y, si cabe aumentarlo, traerá un aumento de la necesidad de energía. Sin embargo, la  sociedad de puertas para afuera piensa en una energía “no contaminante” y de puertas para adentro lo más importante es disponer de un “enchufe” al cual enchufar mis aparatos eléctricos y que no sufra apagones por una demanda eléctrica excesiva causada por otros usuarios. En resumen, la sociedad demanda energía en el momento que lo desea y, seamos realistas, no está dispuesta a renunciar a su aire acondicionando en verano, ni a la vitrocerámica, ni a los dos televisores encendidos al mismo tiempo, ni a la playstation, ni a los ordenadores, ni a que su centro comercial favorito no pueda abrir por falta de suministro eléctrico. Esto son sólo algunos ejemplos y seguro que usted si ha llegado a este punto del artículo estará pensando en muchos más. No se apure, le voy a dar uno más que ahora está muy de moda y que aumentará la demanda de energía: el coche eléctrico. ¿Se imagina todo el mundo recargando al mismo tiempo las baterías de sus coches eléctricos? La respuesta es que el suministro eléctrico actual no es suficiente y habrá que aumentar la producción. Veamos las posibles opciones que tenemos:
  • Construir más centrales de carbón/fuel, aumentando la generación de gases de efecto invernadero. ¿Estamos dispuestos a ello con todo lo que se está escribiendo sobre el calentamiento global?
  • Construir más centrales de ciclo combinado (gas). Estas centrales al igual que las de carbón/fuel generan gases de efecto invernadero aunque son menos contaminantes. Lanzo la misma pregunta, ¿estamos dispuestos a ir por esta opción?
  • Construir más centrales hidroeléctricas. Esta opción es la más limpia pero en la práctica no hay tantos lugares donde construir las presas y lo más importante… ¿estarían dispuestos los afectados por la construcción de dicha presa a permitirlo además de los ecologistas?
  • Energías renovables. Veamos la energía fotovoltaica. Pues resulta que es carísima y el rendimiento de los paneles es muy bajo. Pasemos a la eólica. No es mala opción ya que los aerogeneradores producen una cantidad de energía más que aceptable pero tiene el inconveniente de que es una energía que fluctúa y depende, básicamente, de que haya viento y de su intensidad. Como energía de apoyo, sobre una base de energía estable es una buena opción, como comentaba antes, pero dada la demanda que vamos a necesitar, ¿estamos dispuestos a ver todas las lomas de las montañas llenas de aerogeneradores y destruir el entorno? (Sé que aquí saldrán los que dirán que los aerogeneradores también se pueden instalar en el mar … pero estos serán muchos más caros que los instalados en tierra y con costes de mantenimiento mayores que encarecerán el precio el Kw generado) 
  • Energía nuclear. Salvo por el hecho de que el material que se maneja es radiactivo y requiere de un tratamiento posterior una vez concluido el ciclo de vida del combustible nuclear, estamos hablando de:
  1. una energía limpia
  2. no emite gases de efecto invernadero
  3. no tiene fluctuaciones
  4. Energía relativamente barata en términos de Kilowatio-hora.
  5. Una central nuclear puede producir gran cantidad de energía.
  6. Las centrales de última generación utilizan materiales radiactivos menos contaminantes tras someterlos a un proceso de empobrecimiento.

  • Externalizar la producción de energía eléctrica, es decir, comprar energía eléctrica a otros países productores y con excedentes eléctricos. Esta opción tiene la ventaja de que no te preocupas de producir la energía ni de la fuente que la ha producido. Por el contrario, te hace dependiente del país suministrador, pudiéndote fijar los precios a su antojo y estando sometido a vaivenes políticos. No olvidemos, que en el caso de España compramos electricidad a Francia y, mayoritariamente, esta energía se genera en centrales nucleares. Así que en caso de que ocurriera en Francia algo parecido a Fukushima, simplemente por proximidad con nuestro vecino, no nos libraremos de sus efectos.

Conclusión

Como comentaba al principio, no pretendo hacer demagogia de la energía nuclear. Pero no es menos cierto, que el nivel de bienestar se ha debido como ya he mencionado a la disposición de energía eléctrica. Nuestros niveles de bienestar conllevan un riesgo que han estado asociado a una muy baja probabilidad de que ocurriesen catástrofes por nuestras acciones (como accidentes en una central nuclear o vertidos de petróleo en el mar por superpetroleros), pero todos nosotros, como sociedad, debemos pararnos a pensar que nuestro bienestar no está exento de riesgos y que nada es gratuito (aunque haya gente que así nos lo quiera vender). En definitiva, antes de emitir los juicios que se han escuchado durante mucho tiempo sobre la energía nuclear (y más si cabe en los últimos meses), todos debemos reflexionar a qué estamos dispuestos a renunciar para mantener nuestro nivel de bienestar actual o, en el peor de los casos, si estamos dispuestos a renunciar a dicho bienestar.
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Foto Central Nuclear de Fukushima. Fuente: Internet

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